Se lee en tres minutos. Y se relee durante días.
Hace tanto tiempo que ya nadie se acuerda de que hubo una época en la que cada niño vivía con un duendecillo de la felicidad que lo acompañaba desde el día de su nacimiento. Los duendecillos se alimentaban de la alegría de los niños...
Lee el cuento completo en la página Cuentos para dormir
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